Cuando hablamos de las cifras prestacionales de un coche en concreto, nos guste el mundo de la automoción o no, una de las primeras preguntas que nos hacemos es “¿cuánto corre?” Cuando vamos conduciendo por la carretera y pisamos el acelerador con ganas decimos “¡qué potencia tiene!”.
Esta es una acepción mal empleada. Al igual que peso (fuerza gravitatoria que actúa sobre un objeto) no es igual a masa (cantidad de materia que posee un cuerpo), no es lo mismo potencia y par motor.
¿Qué es la potencia?
Potencia es un término que ha calado mejor en nuestro subconsciente, pero no es la medida que nos indica “cuánto corre un coche”. En el ámbito de la física, la potencia se define como aquella magnitud que mide una cantidad determinada de trabajo ejercido en una unidad de tiempo.
Trasladado al motor de combustión, la potencia es el resultado de multiplicar el par motriz por el número de revoluciones a la que gire el cigüeñal, prácticamente el mismo (de no ser por las fricciones que surgen en la caja de cambios y transmisión) si se realiza la misma operación entre el par que generan las ruedas motrices sobre el asfalto y la velocidad de giro de la mismas.
¿Qué es el par motor?
El par motor o par de torsión es la magnitud física resultante de multiplicar la fuerza aplicada sobre un cuerpo por la distancia entre este y el punto de apoyo de dicha fuerza. Es la ley de la palanca: cuanto más larga sea una palanca, más masa es posible desplazar.
El par es un parámetro que mide la potencia necesaria para que el eje del cigüeñal gire a un número determinado de vueltas. Es decir, la fuerza que ejerce la explosión sobre el pistón multiplicado por la superficie de éste y el número de cilindros. Sin embargo, como veremos más adelante, el par motor es una cifra variable. No se tiene en cuenta la energía adicional para modificar la velocidad angular del cigüeñal.
Si alguien te pregunta si es mejor el par o la potencia, no hay respuesta técnicamente adecuada para responder. Un propulsor sin par motor no tendría potencia; son magnitudes ligadas una a la otra.
Grosso modo, podríamos decir que el par determina la capacidad de nuestro coche para alcanzar una determinada velocidad, mientras que la potencia define la velocidad máxima que el vehículo pude alcanzar. Sin embargo, ambas magnitudes son continuamente variables, dependen de las relaciones de la caja de cambios, el arrastre aerodinámico, la masa, el coeficiente de rozamiento entre los neumáticos y el asfalto, etc.